El Sacro Castillo-Convento de Calatrava la Nueva se halla situado en el cerro Alacranejo, dentro del término municipal de Aldea del Rey, en la provincia de Ciudad Real (España) frente al Castillo de Salvatierra.
En lo que hoy es el aparcamiento (final del camino de acceso), se han encontrado restos de la Edad del Bronce y de un poblado visigodo.
La fortaleza se halla situada en la cima de un cerro en forma de cono a 936 m de altitud, con una densa vegetación autóctona en sus laderas y en su base rodeado de grandes pedrizas o canchales que hacen difícil su acceso.
El camino empedrado hoy existente se hizo para la visita de Felipe II a la fortaleza en 1560 y nos lleva hasta la base del castillo.
Su situación controla uno de los pasos naturales hacia Sierra Morena.
No se conoce con exactitud el año inicial de su construcción, si bien hay referencias de su uso por Nuño de Lara en 1187 como antiguo Castillo de Dueñas.
En 1191 Rodrigo Gutiérrez Girón y su segunda mujer, Jimena, donaron por sus almas a la Orden de Calatrava la mitad de las rentas y heredades que tenían en este antiguo Castillo de Dueñas, dejando expresamente la mitad de las rentas a favor de los hijos del primer matrimonio del donante.
Tres años después, éstos vendieron a la Orden sus derechos en el castillo por la suma de 1000 maravedís.
En 1201, Alfonso VIII confirmaba a los calatravos la propiedad íntegra del castillo.
En 1211 los musulmanes recuperaron el cercano Castillo de Salvatierra, que no volvería al dominio de los cristianos hasta 1226; esto reforzó la importancia estratégica del cerro donde se encontraba el castillo de Dueñas.
La fortaleza actual es de grandes dimensiones (46 000 metros cuadrados), y fue construida por los caballeros calatravos en los años 1213 a 1217, después de la batalla de las Navas de Tolosa, empleando como mano de obra a buena parte de prisioneros tomados en dicha batalla.
Una vez erigida, se convirtió en sede de la Orden de Calatrava, y en una de las más importantes fortalezas de Castilla.
u historia corre pareja a la de la propia Orden.
Fue construido para sustituir como sede maestral a la ciudad de Calatrava la Vieja, situada más al norte, en la margen izquierda del río Guadiana, lugar donde a mediados del siglo se había fundado esta orden militar.
El castillo pervivió hasta el siglo XIX, en que fue abandonado tras las desamortizaciones religiosas emprendidas por el ministro Mendizábal para sanear las cuentas estatales en 1835.
La debilidad de losreinos de Taifasy la presión de los ejércitos cristianos movieron a los andalusíes a llamar en su ayuda a la dinastía africana de losAlmorávides. Estos consiguen en el año 1086, en Sagrajas, frenar la expansión cristiana. Los almorávides controlarán al-Andalus durante cerca de 100 años, pero su poder acabará por debilitarse, lo que aprovechan los reinos cristianos para atacar.
Los aragoneses ocupan el valle del Ebro. Castellanos y leoneses toman la cuenca del Tajo, mientras que los portugueses ganan Lisboa.
La presión de los cristianos motivará de nuevo la entrada de un pueblo musulmán africano, los Almohades, que sustituirá en el gobierno de al-Andalus a los almorávides.
El gran enfrentamiento entre cristianos y almohades se producirá en Alarcos.
El rey castellano Alfonso VIII llegó a Alarcos y se situó en retaguardia junto a sus Caballeros, mientras que la vanguardia la ocupaba la Caballería pesada, dirigida por López de Haro.
El ejército del Rey Alfonso VIII, estaba formado por mercenarios, los Caballeros de Toledo los Caballeros de las Ordenes Militares de Calatrava y Santiago así cómo por Caballeros de la Orden Militar de Evora en Portugal con sus Maestres a la Cabeza.
Su número se estima en unos 10.000 a los que habría que añadir otros tantos peones y sirvientes (Sargentos, Escuderos, pajes) y el tren de la Impedimenta, con varios cientos de personas entre niños, cocineros, aposentadores y camareras.
Enfrente, voluntarios y arqueros forman elataque almohade,
con las tropas de Abu Yahya detrás, tribus magrebíes y andaluces a ambos flancos y, en retaguardia, Al-Mansur y sus tropas.
El ejército de del Califa Yusuf Al-Mansur estaba formado por voluntarios andaluces, Benimerines y la nobleza Almohade.
Su número se estima en unos 30.000.
El núcleo del ejército musulman era su caballería ligera con arqueros.
Además los Almohades incorporaban dos adelantos tácticos muy importantes: La Ballesta masivamente y la Milicia o Movilización General de todos los hombres disponibles, lo que les daba superioridad númerica .
La caballería pesada cristiana comienza el ataque, que se produce en oleadas, aplastando a la vanguardia almohade y pereciendo el mismo Abu Yahya. El núcleo del ejército cristiano era su caballería pesada con jinetes y caballos con armadura.
Por parte de las tropas almohades, en vanguardia se hallaban la milicia devoluntarios Benimerines, Alárabes, Algazaces y ballesteros, que eran unidades básicas y muy maniobrables. Inmediatamente tras ellos estaban Abu Yahya ibn Abi y los Henteta, la tropa de élite almohade. En los flancos, su
caballería ligera equipada con arco y en la retaguardia el propio Al-Mansur con
su guardia personal.
En respuesta, la caballería almohade rodea a los cristianos por ambos lados, mientras que sus arqueros lanzan una lluvia de flechas.
Las bajas cristianas son numerosas. Derrotados, Alfonso VIII debe huir en dirección a Toledo, mientras que las mesnadas de López de Haro se refugian a duras penas tras los muros de Alarcos.
Cercado, será liberado a cambio de algunos rehenes.
Los cristianos han perdido la batalla. Como consecuencia de la derrota cristiana, las fronteras volvieron a las riberas del Tajo.
La victoria almohade en Alarcos supuso un duro golpe para los reinos cristianos.
En la batalla fueron capturados 3.000 prisioneros que fueron liberados, tras pactar el rescate, además de permitir la retirada de las tropas castellanas.
Fue una gran derrota para los Castellanos, sufriendo muchos muertos por una mala estrategia de Alfonso VIII y la sabia encerrona de los Almohades.
Para los Calatravos su primera batalla fue una gran masacre,
perecieron en combate cubriendo la retirada de su Rey gran número de sus Caballeros
que desde ese día y en homenaje cambiaron su Cruz Negra por una Cruz Roja, por la sangre derramada, aunque esto no fue oficial en la uniformidad hasta principios del siglo XIV.
Entre los castellanos que murieron en la batalla se encontraban los Obispos de Ávila, Segovia y Sigüenza, Ordoño García de Roda, Pedro Ruiz de Guzmán y Rodrigo Sánchez; así como los Maestres tanto de la Orden de Santiago, Sancho Fernández de Lemus, como de la portuguesa Orden de Évora, Gonçalo Viegas. El Maestre de Calatrava Nuño Pérez de Quiñones, pudo escapar.
Las pérdidas también resultaron elevadas para los Almohades. No sólo el Visir, si no también el jefe de los Benimerín.
Ante la delicada situación, el rey castellano Alfonso VIII, solicita la ayuda del resto de reinos cristianos y del papa Inocencio III,
Se da a la lucha el carácter de cruzada. Respondiendo al llamamiento llegan a Toledo tropas de Aragón y numerosos cruzados de toda Europa. León y Navarra, por el contrario, rehúsan unirse a la partida.
El 19 de junio de 1212 salieron de Toledo las huestes cristianas. En su camino tomaron las plazas musulmanes de Malagón, Calatrava, Alarcos y Caracuel. Aquí se les unió el ejército de Sancho de Navarra, con sólo 200 caballeros.
Tras una escaramuza en el Puerto del Muradal, el choque definitivo se producirá junto al lugar llamado Mesa del Rey. Será la batalla de las Navas de Tolosa.
Es una de las más antiguas ciudades islámicas de la Península, citada ya en tiempos de Abderramán I, en el 785, que alcanzó un gran esplendor en el s. IX al convertirse en capital de una amplia región musulmana. Fiel a sus orígenes, aprovechó el río Guadiana para constituir un sistema defensivo hidraúlico.Se ubica sobre restos anteriores; en las últimas campañas arqueológicas se han encontrado niveles ibéricos.
Durante la Alta Edad Media, fue la única ciudad importante de al-Ándalus en el valle medio del río Guadiana. Su destacada posición, en la margen izquierda de éste, la hacían paso obligado en el camino de Córdoba a Toledo y en las comunicaciones entre el Levante y el Poniente peninsular.
La ciudad fue construida de nueva planta por el emir cordobés Muhammad I para controlar a la levantisca Toledo y la ruta Toledo-Córdoba. El área de Calatrava estaba dominada por árabes propiamente dichos (es decir, originarios de Arabia), pertenecientes al clan de los Bakr ibn Wail, asentado en la región desde los tiempos de la conquistaDe fundación omeya (fines siglo VIII), durante cuatro siglos formó parte de al-Andalus.
A mediados delsiglo XII, tras pasar a Castilla, fue una de las primeras posesiones de la Orden del Temple en este reino.
Después del abandono templario del lugar, la ciudad fue el origen y primera sede (1158) de la Orden de Calatrava, la más antigua orden militar peninsular.
En la actualidad Calatrava la Vieja es uno de los yacimientos arqueológicos de origen islámico de mayor relevancia en el territorio español. La importancia de los restos existentes obedece al considerable desarrollo que Calatrava alcanzó durante un periodo comprendido entre 785, fecha de la primera mención documental conocida sobre su existencia, y 1212, año en el que se origina el imparable proceso de decadencia que motiva que, a comienzos del siglo XVI, la ciudad se encontrara prácticamente abandonada.N
No existen restos que permitan suponer la existencia de ocupación en época romana o visigoda, a consecuencia, seguramente, de lo insalubre del entorno.
El recinto comprende un total de 44 torres con un foso que lo rodea, de época árabe, alimentado por las aguas del río Guadiana.
A la muralla la rodean cuarenta y cuatro torres, y las singulares corachas, ideadas para abastecer de agua la ciudad si era cercada. El propio asentamiento se divide en dos zonas, separadas por una gran muralla: el alcázar y la medina, quedando en el exterior los arrabales.
De las mezquitas, baños y comercios de la medina encontraremos restos de habitaciones y calles pavimentadas.
En el alcázar podremos observar las sucesivas ampliaciones islámicas, el ábside templario que no llegó a concluirse, y la iglesia que erigió aquí la Encomienda de Calatrava.
Quedan restos de ingenios hidráulicos de gran complejidad tecnológica para la época, como de las cuatro corachas, que elevaban el agua desde el foso a la ciudad para abastecerla. Parte de ella era desviada hacia la torre pentagonal, por la que salía a alta presión a través de un sistema de cañerías, de nuevo al foso. Este era un sistema defensivo hidráulico sin parangón en la fecha.
De época templaria quedan restos de una iglesia inacabada, así como de dependencias y de la iglesia calatrava posterior.
En el s. XII la ciudad pasaría a manos cristianas, fundándose en ella la Orden de Calatrava, constuituda por monjes guerreros. Ellos serían los únicos en mantener una fortaleza en manos cristianas tras la derrota de la Batalla de Alarcos, el castillo de Salvatierra. Después contribuirían a la victoria de las Navas de Tolosa, jugando un papel fundamental en la Reconquista, y llegando a constituir una de las órdenes más poderosas por su capacidad económica y militar.
Hoy en día se encuentra sometido a excavación arqueológica y restauración.